jueves, 16 de septiembre de 2010

El cataclismo de Damocles

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Tomado de DIARIO GRAMMA. Cuba debate.

http://www.granma.cubaweb.cu

Un minuto después de la última explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar, y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo. Un invierno de lluvias anaranjadas y huracanes helados invertirá el tiempo de los océanos y volteará el curso de los ríos, cuyos peces habrán muerto de sed en las aguas ardientes, y cuyos pájaros no encontrarán el cielo. Las nieves perpetuas cubrirán el desierto del Sahara, la vasta Amazonía desaparecerá de la faz del planeta destruido por el granizo, y la era del rock y de los corazones transplantados estará de regreso a su infancia glacial.

“LOS POCOS SERES HUMANOS QUE SOBREVIVAN AL PRIMER ESPANTO (…) SOLO HABRÁN SALVADO LA VIDA PARA MORIR DESPUÉS POR EL HORROR DE SUS RECUERDOS.”

Los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto, y los que hubieran tenido el privilegio de un refugio seguro a las tres de la tarde del lunes aciago de la catástrofe magna, solo habrán salvado la vida para morir después por el horror de sus recuerdos. La Creación habrá terminado. En el caos final de la humedad y las noches eternas, el único vestigio de lo que fue la vida serán las cucarachas.

Esto no es un mal plagio del delirio de Juan en su destierro de Patmos, sino la visión anticipada de un desastre cósmico que puede suceder en este mismo instante: la explosión —dirigida o accidental— de solo una parte mínima del arsenal nuclear que duerme con un ojo y vela con el otro en las santabárbaras de las grandes potencias.

GARCÍA MÁRQUEZ PRONUNCIÓ ESTE DISCURSO EL 6 DE AGOSTO DE 1986 EN LA CONFERENCIA DE IXTAPA, MÉXICO, EN EL ANIVERSARIO 41 DE LA BOMBA DE HIROSHIMA.

Así es: hoy, 6 de agosto de 1986, existen en el mundo más de 50 000 ojivas nucleares emplazadas. En términos caseros, esto quiere decir que cada ser humano, sin excluir a los niños, está sentado en un barril con unas cuatro toneladas de dinamita, cuya explosión total puede eliminar doce veces todo rastro de vida en la Tierra. La potencia de aniquilación de esta amenaza colosal, que pende sobre nuestras cabezas como un cataclismo de Damocles, plantea la posibilidad teórica de inutilizar cuatro planetas más que los que giran alrededor del Sol, y de influir en el equilibrio del Sistema Solar.

Ninguna ciencia, ningún arte, ninguna industria se ha doblado a sí misma tantas veces como la industria nuclear desde su origen, hace cuarenta y un años, ni ninguna otra creación del ingenio humano ha tenido nunca tanto poder de determinación sobre el destino del mundo.

El único consuelo de estas simplificaciones terroríficas —si de algo nos sirven—, es comprobar que la preservación de la vida humana en la Tierra sigue siendo todavía más barata que la peste nuclear. Pues con el solo hecho de existir, el tremendo Apocalipsis cautivo en los silos de muerte de los países más ricos está malbaratando las posibilidades de una vida mejor para todos.

En la asistencia infantil, por ejemplo, esto es una verdad de aritmética primaria. La UNICEF calculó en 1981 un programa para resolver los problemas esenciales de los 500 millones de niños más pobres del mundo, incluidas sus madres. Comprendía la asistencia sanitaria de base, la educación elemental, la mejora de las condiciones higiénicas, del abastecimiento de agua potable y de la alimentación. Todo esto parecía un sueño imposible de 100 000 millones de dólares. Sin embargo, ese es apenas el costo de 100 bombarderos estratégicos B-1B, y de menos de 7 000 cohetes Crucero, en cuya producción ha de invertir el gobierno de los Estados Unidos 21 200 millones de dólares.

En la salud, por ejemplo: con el costo de diez portaaviones nucleares Nimitz, de los 15 que van a fabricar los Estados Unidos antes del año 2000, podría realizarse un programa preventivo que protegiera en esos mismos catorce años a más de 1 000 millones de personas contra el paludismo, y evitara la muerte —solo en África— de más de 14 millones de niños.

En la alimentación, por ejemplo: el año pasado había en el mundo, según cálculos de la FAO, unos 565 millones de personas con hambre. Su promedio calórico indispensable habría costado menos de 149 cohetes MX, de los 223 que serán emplazados en Europa Occidental. Con 27 de ellos podrían comprarse los equipos agrícolas necesarios para que los países pobres adquieran la suficiencia alimentaria en los próximos cuatro años. Ese programa, además, no alcanzaría a costar ni la novena parte del presupuesto militar soviético de 1982.

En la educación, por ejemplo: con solo dos submarinos atómicos tridente, de los 25 que planea fabricar el gobierno actual de los Estados Unidos, o con una cantidad similar de los submarinos Typhoon que está construyendo la Unión Soviética, podría intentarse por fin la fantasía de la alfabetización mundial. Por otra parte, la construcción de las escuelas y la calificación de los maestros que harán falta al Tercer Mundo para atender las demandas adicionales de la educación en los diez años por venir, podrían pagarse con el costo de 245 cohetes Tridente II, y aún quedarían sobrando 419 cohetes para el mismo incremento de la educación en los quince años siguientes.

Puede decirse, por último, que la cancelación de la deuda externa de todo el Tercer Mundo, y su recuperación económica durante diez años, costaría poco más de la sexta parte de los gastos militares del mundo en ese mismo tiempo.

Con todo, frente a este despilfarro económico descomunal, es todavía más inquietante y doloroso el despilfarro humano: la industria de la guerra mantiene en cautiverio al más grande contingente de sabios jamás reunido para empresa alguna en la historia de la humanidad. Gente nuestra, cuyo sitio natural no es allá sino aquí, en esta mesa, y cuya liberación es indispensable para que nos ayuden a crear, en el ámbito de la educación y la justicia, lo único que puede salvarnos de la barbarie: una cultura de la paz.

A pesar de estas certidumbres dramáticas, la carrera de las armas no se concede un instante de tregua. Ahora, mientras almorzamos, se construyó una nueva ojiva nuclear. Mañana, cuando despertemos, habrá nueve más en los guadarneses de muerte del hemisferio de los ricos. Con lo que costará una sola alcanzaría —aunque solo fuera por un domingo de otoño— para perfumar de sándalo las cataratas del Niágara.

Un gran novelista de nuestro tiempo se preguntó alguna vez si la Tierra no será el infierno de otros planetas. Tal vez sea mucho menos: una aldea sin memoria, dejada de la mano de sus dioses en el último suburbio de la gran patria universal. Pero la sospecha creciente de que es el único sitio del Sistema Solar donde se ha dado la prodigiosa aventura de la vida, nos arrastra sin piedad a una conclusión descorazonadora: la carrera de las armas va en sentido contrario de la inteligencia.

Y no solo de la inteligencia humana, sino de la inteligencia misma de la naturaleza, cuya finalidad escapa inclusive a la clarividencia de la poesía. Desde la aparición de la vida visible en la Tierra debieron transcurrir 380 millones de años para que una mariposa aprendiera a volar, otros 180 millones de años para fabricar una rosa sin otro compromiso que el de ser hermosa, y cuatro eras geológicas para que los seres humanos, a diferencia del bisabuelo pitecántropo, fueran capaces de cantar mejor que los pájaros y de morirse de amor.

No es nada honroso para el talento humano, en la edad de oro de la ciencia, haber concebido el modo de que un proceso milenario tan dispendioso y colosal, pueda regresar a la nada de donde vino por el arte simple de oprimir un botón.

Para tratar de impedir que eso ocurra estamos aquí, sumando nuestras voces a las innumerables que claman por un mundo sin armas y una paz con justicia. Pero aún si ocurre —y más aún si ocurre—, no será del todo inútil que estemos aquí. Dentro de millones de millones de milenios después de la explosión, una salamandra triunfal que habrá vuelto a recorrer la escala completa de las especies, será quizás coronada como la mujer más hermosa de la nueva creación. De nosotros depende, hombres y mujeres de ciencia, hombres y mujeres de las artes y las letras, hombres y mujeres de la inteligencia y la paz, de todos nosotros depende que los invitados a esa coronación quimérica no vayan a su fiesta con nuestros mismos terrores de hoy.

Con toda modestia, pero también con toda la determinación del espíritu, propongo que hagamos ahora y aquí el compromiso de concebir y fabricar un arca de la memoria, capaz de sobrevivir al diluvio atómico. Una botella de náufragos siderales arrojada a los océanos del tiempo, para que la nueva humanidad de entonces sepa por nosotros lo que no han de contarle las cucarachas: que aquí existió la vida, que en ella prevaleció el sufrimiento y predominó la injusticia, pero que también conocimos el amor y hasta fuimos capaces de imaginarnos la felicidad.

Y que sepa y haga saber para todos los tiempos quiénes fueron los culpables de nuestro desastre, y cuán sordos se hicieron a nuestros clamores de paz para que esta fuera la mejor de las vidas posibles, y con qué inventos tan bárbaros y por qué intereses tan mezquinos la borraron del Universo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Homenaje a Trosky*


Recientemente se han cumplido los cincuenta años del asesinato de Leon Trosky, en Coyocan, distrito de Ciudad de México, a manos de enviados del partido comunista soviético bajo el control de Stalin. De esta manera se cerró el drama de la figura más estelar y magnífica del marxismo clásico y de la revolución mundial en el siglo XX.

Fue junto con Lenin el arquitecto del triunfo de la insurrección y la revolución de octubre que construyó el poder soviético bajo las ruinas del antiguo imperio zarista. Supo descifrar el poder dual creado por los consejos de obreros y soldados y reclamar para ellos el poder. En la obra de John Reed Los Diez Días que Estremecieron al Mundo se narra la actividad febril, el talento, la audacia y la inteligencia de Trosky para organizar, convencer, conspirar y encabezar la lucha de las masas en ánimo revolucionario, por la república socialista. Su figura se engrandece con perfiles incluso superiores a los de Lenin. Nunca la palabra revolucionaria había tenido mejor tribuno y orador; y nunca la literatura política marxista había encontrado mejor escritor y propagandista. Todo esto lo colocó como gran conductor de los destinos de la revolución más profunda del siglo XX y la que más decisivas transformaciones habría de generar en el concierto de la política mundial.

Leon Trosky fue un audaz hombre de acción. Organizó el Ejercito Rojo derrotando a los guardias blancos y ala conspiración armada de las grandes potencias. Sacó de las ruinas los ferrocarriles, la herramienta principal de los transportes. Inauguró la economía planificada. Inspiró junto a Lenin la III la Internacional como una nueva corriente en el marxismo y el movimiento obrero internacional.

Trosky fue igualmente un teórico de la revolución moderna. Un analista de la época del capitalista imperialista, de la política y la diplomacia de las grandes potencias. Al participar en la revolución soviética lo hacía en un país inmenso, con grandes epicentros industriales, pero al tiempo profundamente atrasado , primitivo y bárbaro. La revolución no había triunfado de acuerdo al pronostico de Marx y la socialdemocracia alemana en el capitalismo metropolitano sino en las puertas mismas del Oriente lejano. No tenía como soporte la modernidad sino el arcaísmo económico, social y cultural. Diseñó entonces la teoría de la revolución en los países atrasados, la famosa ‘Teoría de la Revolución permanente’, la más brillante y definitiva disputa intelectual por interpretar el rumbo de las transformaciones en estas áreas decisivas del mundo. Toda la intención práctica e intelectual de Trosky se ligó a la idea de la revolución internacional. Para él, el socialismo en un sólo país era un imposible histórico y su propuesta una a aberración conceptual.

La escena de la política mundial no generalizó el triunfo revolucionario y la Unión Soviética vivió el aislamiento. Tal aislamiento sumado a la estructura del atraso y combinado con errores graves del propio Trosky y Lenin como “el trabajo forzoso socialista” y la prohibición de las tendencias en el seno del partido comunista, lo cual ahogó la precaria democracia existente. En verdad, el talón de Aquiles del bolchevismo siempre fue su concepción de ver en las libertades una constelación de demonios de la burguesía.

La Unión Soviética tomo el camino de la burocratización y de la dictadura con su cortejo de crímenes y horrores, al mismo tiempo que se industrializaba. Con extraña clarividencia Trosky había pronosticado el asunto de esta manera: “La organización sustituirá entonces al partido en su conjunto; entonces el Comité Central sustituirá a la organización; y finalmente un solo dictador sustituirá al Comité Central”. Desde entonces se convirtió en el más grande critico y opositor del sistema estalinista, librando una titánica lucha en el exilio y destierro del país a país, hasta encontrar en el México de Lázaro Cárdenas el asilo definitivo. Trosky pronosticó con gran lucidez la inevitable bancarrota de la burocracia estalinista, con su dictadura reclamando la democracia socialista y conjurando el desarrollo de la Revolución Política de la Unión Soviética. Por muchas razones los acontecimientos de la perestroika y el glasnost están presentes en el diagnóstico suyo y la nueva época en curso constituye un triunfo de sus propuestas.

La personalidad intelectual de Trosky es múltiple. Produjo un severo y profundo análisis del Fascismo. Escribió la Historia de la Revolución Rusa, inigualable estudio sobre este suceso. Su autobiografía, Mi Vida es obra maestra del género. Sus escritos sobre literatura y cultura alcanzan profundidad sobre los temas abordados. Polemista y escritor soberbio. Un raro y extraordinario ejemplar de la humanidad, cuyo drama puede resumirse en estos párrafos de Deutcher en su monumental biografía política: “Es preciso recalcar una vez más que la fuerza y la debilidad de Trosky estuvieron arraigadas por igual, hasta el último momento, en el marxismo clásico. Sus derrotas resumieron la discrepancia fundamental que acosó al marxismo clásico como doctrina y como movimiento: la discrepancia y el divorcio entre la visión marxista del desarrollo revolucionario y el desarrollo real de la lucha de clases y la revolución”.


* Publicado en el diario La Prensa el 12 de septiembre de 1990. P. 7.

sábado, 28 de agosto de 2010

Aprueban en el Congreso Ley de Economía del Cuidado

SEMANA.COM 26 de agosto de 2010

Fue aprobado en Cámara de Representantes el proyecto de Economía del cuidado, que tiene como objeto medir la contribución de la mujer al desarrollo económico y social del país. Con esto, el proyecto terminó su trámite por el Congreso de la República y sólo debe pasar por la sanción presidencial para que se convierta en Ley de la República.

A pesar de que no implica una retribución económica a estos tipos de labores, la ley busca medir la contribución de la mujer colombiana a la sociedad en estos trabajos no remunerados incluyéndolos en el sistema de cuentas nacionales.

El proyecto consta de ocho artículos, en los cuales se definen algunos conceptos importantes para entender el tema de economía del cuidado y las actividades que la integran. Estas son especialmente: organización, distribución y supervisión de tareas domésticas; preparación de alimentos, limpieza y mantenimiento de vivienda y enseres; limpieza y mantenimiento del vestido; cuidado, formación e instrucción de los niños; el cuidado de ancianos y enfermos; y realización de compras, pagos o trámites relacionados con el hogar, entre otros.

Para medir el impacto del trabajo del hogar, el proyecto deja en cabeza del Dane el diseño e implementación de una encuesta de uso del tiempo. Esta entidad, junto con un grupo multisectorial, definirá la mejor forma de reflejar los resultados de la encuesta en el sistema de cuentas nacionales. Esto puede hacerse a través de la creación de una cuenta satélite en el sistema.

jueves, 26 de agosto de 2010

Momento político y el Polo, ¿Qué hacer?


Elaborado por: Ingrid Penagos


El 2010 ha sido un año de acontecimientos importantes para el futuro de la sociedad Colombiana, no por ello positivos y ni mucho menos conducentes a resolver el caudal de problemas que enfrentan millones de almas en nuestro país, entre ellos, recordemos las elecciones a congreso de la república, rodeadas por cierto, de toda suerte de irregularidades en distintas zonas del país (modificación irregular de los formulario E-26 y E-14 de la Registraduria en el Valle del Cauca, constreñimiento al elector en departamentos de la costa atlántica, compra de votos en departamentos como el Cauca, prolongación del fenómeno de la parapolítica en cuerpo ajeno, todos estos hechos documentados por la MOE y conocidos en distintos medios de información); por si fuera poco el Congreso de la República es la institución que según diversas encuestas goza de la mayor ilegitimidad, hechos como los vínculos de varios ex-congresistas hoy detenidos y procesados por la para-política junto con las contundentes denuncias por prácticas clientelares y corruptas, como la hoy conocida Yidis-política, constatan ésta comprensible percepción de los ciudadanos y ciudadanas de la nación; desafortunadamente su composición no se modifico, por el contrario los herederos son las esposas, hijos y hasta cuñados de los antiguos parlamentarios que tienen por residencia las cárceles del país, claro esta, este país cuenta con la digna representación de los parlamentarios de nuestro partido.


Otro hecho resaltable son los resultados de las elecciones presidenciales que determinaron a Juan Manuel Santos como nuevo mandatario para el presente cuatrienio. Santos, sin duda funge como sucesor de la política de Uribe y protector de sus “tres huevitos” (seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social), políticas que corresponden al modelo neoliberal que profundizo la desigualdad, la pobreza, terminó por despedazar nuestra ya fragmentada soberanía nacional, frustró con su política de guerra la aspiración de avanzar y concretar una agenda de paz para el país; seria extenso el listado de males crónicos heredados de 8 años de gobierno Uribe.


Ante este panorama tan incierto y confuso nuestro partido debe determinar su estrategia de actuación política, formular iniciativas y propuestas de cara al país con el propósito de demostrarle a los colombianos que son nuestros programas y contenidos políticos la llave que abrirá la puerta de un gobierno democrático de justicia, paz y equidad. Formular ésta estrategia pasa por elaborar un análisis del carácter del gobierno entrante, que a juicio de varios analistas comporta giros en el rumbo que Uribe le dio a su gobierno; los nombramientos ministeriales, asomos de darle un tratamiento distinto a las relaciones internacionales en la región, revivir ministerios que la era Uribe fusiono, seleccionar un vicepresidente cuyo origen está ligado al sindicalismo y la izquierda, -designación que causa debates al interior del sindicalismo-, son entre otros, los rasgos o cosmética que “distanciarían” a Santos de su antecesor. Es importante precisar, que estos aparentes cambios no pueden hacernos perder de vista el significado de las élites dominantes representadas en el gobierno Santos, y que seria ingenuo siquiera considerar cambios en la estructura del modelo de dominación.


El llamado a la Unidad Nacional de Santos ha concitado a varios sectores de la política tradicional del país que estuvieron en el desierto burocrático como el Partido liberal (salvo algunas unidades declaradas en desobediencia como Piedad Córdoba y Cecilia López que renunció al partido, entre otros), que junto con el partido conservador, La U, Cambio Radical de la coalición del gobierno anterior y el cuestionado PIN, constituyen la Santa alianza equiparable al oscuro Frente Nacional que liquido la democracia por 16 años. Otros como el partido Verde optaron por una salida intermedia y gelatinosa al no declarar de facto oposición al gobierno entrante, esta actitud de los verdes es comprensible, pues comparten la política neoliberal que subyace la estructura del planteamiento de la política Santos-Uribe.


El Polo debe actuar, protagonizar y conjurar la crisis con salidas novedosas que superen el inmovilismo y la ausencia de iniciativa política a través de una articulación con el movimiento social e inyectarle dinámica al ejercicio parlamentario con la movilización social y expresiones de sectores sociales y populares. Es necesario que el Polo acoja los mandatos y proposiciones construidas por los sectores sociales y populares que por décadas han elaborado a costa incluso de sus propias vidas. Proponemos en esta búsqueda de una estrategia cinco ideas acerca del polo y el momento político:

1. El polo democrático debe continuar en la oposición, es totalmente improbable que el régimen modifique la estructura económica, política, social cuya base esta en el modelo neoliberal causante de la crisis actual ocultada por los medios y el gobierno, nuestro partido representa una opción que le ofrece al país un modelo de sociedad distinto basado en los valores de la democracia, la igualdad y la justicia, contenidos en los estatutos e ideario de unidad.

2. El partido debe ampliar su espectro de oposición y tomar la decisión política de convocar al conjunto de los sectores sociales, indígenas, afros, campesinos, estudiantes, trabajadores, desempleados y desamparados; convocar a la Minga social y comunitaria, a todos los escenarios de oposición social con el propósito de construir un mandato cuyo espíritu de convergencia plasme las aspiraciones de cambio que guíen un gobierno basado en los programas, plantes y propuestas de la ciudadanía, un gobierno para el pueblo y con él. El polo debe acudir a los llamados del movimiento social, tejer ideas y pensamientos colectivos que se traduzcan en decisiones políticas en la búsqueda de constituir un amplio y heterogéneo bloque de oposición al régimen.

3. El diálogo es un instrumento de interlocución que el partido debe utilizar con todos los sectores incluido el gobierno, buscando movilizar en la sociedad una plataforma de país distinta a la ofrecida por el gobierno actual. Para ello vemos conveniente que el partido habilite una comisión de compromisarios que adelante contacto con sectores sociales, políticos, intelectuales, gremiales, escenarios y procesos de convergencia del movimiento social como la Minga social y comunitaria, la Gran Coalición democrática, plataformas de derechos humanos y paz, incluyendo la interlocución con la insurgencia para que el partido se convierta en un facilitador de paz y promotor de la reconciliación nacional. Todos los diálogos deben contar con la anuencia del comité ejecutivo nacional, quien direccionara los esfuerzos encaminados en esta dirección. Creemos que la comisión debe encabezarla la presidenta y secretario del partido junto con otros integrantes del comité ejecutivo nacional.

4. El Polo necesita dotarse de una agenda parlamentaria que interprete a fondo los contenidos políticos y estratégicos de los diversos sectores sociales, en un ejercicio de fortalecimiento del movimiento político y social por medio de distintas manifestaciones que complementen la acción legislativa con dinámica y movilización para que el partido se constituya en una propuesta actuante en el quehacer político nacional.

5. Nuestro partido requiere desarrollar una estrategia de oposición y construcción política con el conjunto de la sociedad a fin de constituirse como alternativa a los problemas del país y ser opción de gobierno local y nacional. Que el partido realice un llamamiento al pueblo colombiano a construir un acuerdo de unidad de los sectores sociales y populares excluidos del pacto de élites de la unidad Santista, es decir, las mayorías nacionales. Una amplia convergencia con sectores sociales, políticos, demócratas y progresistas será una opción y esperanza de corregir el rumbo neoliberal por el que gobiernos apátridas han orientado a nuestra nación.


Las opciones para la oposición y los sectores alternativos en este complejo momento político son la Unidad, la convergencia; consolidando y fortaleciendo propuestas atractivas a la opinión pública que conduzcan a una corriente favorable a los cambios democráticos, superando también los errores de la izquierda y perfilando un escenario que confronte, desestabilice y modifique la correlación de fuerzas adversa para la oposición hoy, pero con muchas oportunidades y posibilidades de desplegar una estrategia de actuación colectiva, amplia con visión de construir un autentico proyecto de nación.


El movimiento social ha trazado una agenda para el segundo semestre de este año, en Octubre por ejemplo, desde la Minga se convoca a la sociedad al Congreso de los pueblos, escenario de deliberación y legislación alternativa y popular, al polo ahora le corresponde intervenir, no sólo opinar, o enviar saludos y comunicados de prensa, le corresponde articular, construir conjuntamente y demostrar que el parlamentarismo cuestionado por distintos sectores empieza a superarse.